Revista Ñ - Clarín
Agenda 09.06.2009
Hay una sola tristeza y es infinita. Hay infinitas tristezas, una sola de ellas resulta interminable. Daniel Martucci
Tiempo, espacio, afectos. Tres ejes en constante tensión en esta instalación de Matías Gibaut.
Una sala cuadrada, un único ingreso, blanco, negro, 3 copias de una misma fotografía, 42 perforaciones, un texto.
Ficción y realidad son puestas en crisis. El objeto fotografiado excede el material fotográfico, cuestiona el encuadre. Perfora la imagen. Es por encima de la captura.
Una obra que incita al espectador a “estar-en-obra”, a acoger la obra y acogerse en ella. Solo hay que entrar.